domingo, 19 de febrero de 2012

Trabajo por tareas en Cultura Clásica - San Valentín

El pasado martes aprovechamos la festividad de San Valentín para llevar a cabo una tarea en la clase de Cultura Clásica (3º ESO). Diseñamos la actividad partiendo de la idea de que en otras asignaturas, como lengua, inglés o francés, realizarían con motivo de esa misma festividad diversas actividades de fomento de la composición escrita (cartas de amor en inglés, declaraciones de amor en lengua), así que nos centramos en otro aspecto relacionado con el "día de los enamorados" que nos permitiera trabajar la competencia lectora: su origen.

Diseñar una tarea nos pareció, como decimos, el modo más efectivo de tratar este tema pues nos posibilitaba trabajar varias competencias a la vez en torno a la competencia lectora. Así, el objetivo principal de la tarea era que los alumnos diseñaran la evaluación de la comprensión lectora del texto ellos mismos, es decir, que diseñaran las actividades con las que ellos podrían conocer si una tercera persona que leyera ese texto había comprendido el origen de esta celebración. Hemos comprobado varias veces que ese tipo de baterías de preguntas de comprensión que aparecen en todos los libros de texto y a las que ellos están más que acostumbrados, les resultan a veces tediosas por la obviedad de las preguntas, que algunas veces se reducen a copiar un fragmento del texto leído como respuesta.


En la presentación de la tarea y de su metodología, para la que empleamos los primeros cinco minutos de la clase, apuntamos las fases de la misma en la pizarra para que no hubiera luego ningún despiste. Para llevarla a cabo dividimos la clase en seis grupos de cuatro o cinco alumnos cada uno. Cada grupo estableció su lugar de trabajo y su disposición en el aula procurando no interferir en el trabajo de los demás. Después repartimos el texto sobre el que íbamos a trabajar, un texto adaptado de esta entrada sobre el origen de San Valentín. Dado que cada grupo contaba con un solo ejemplar del texto, tenían que organizarse para llevar a cabo la lectura entre todos. Disponían de quince minutos. Cada grupo tuvo libertad para elegir la manera de hacerlo: dos grupos repartieron la lectura por epígrafes, leyendo un epígrafe cada alumno; tres grupos decidieron que uno de ellos leería en voz alta el texto y el resto escucharía; el grupo restante decidió que uno de ellos leería en voz alta y los demás tomarían notas de lo que habían entendido para luego, una vez terminada la lectura, ponerlo en común. Lógicamente, a lo largo de la lectura los alumnos contaban podían preguntar las dudas de vocabulario al profesor o buscarlas en el diccionario.







La segunda parte de la actividad consistía en que cada grupo fuera capaz de extraer cinco preguntas acerca de lo que habían leído, si bien estas preguntas tenían que cumplir dos condiciones: a) no podían ser respondidas con sí o no y b) no podían ser respondidas con una información literal del texto. Para esta parte los alumnos tenían quince minutos. Para algunos grupos fue algo difícil extraer una pregunta que no supusiera "copiar" información del texto, y necesitaron al principio la ayuda del profesor o de otros compañeros para comprender las opciones que tenían. Me llamó la atención que los chicos que habían comprendido desde el principio la naturaleza de las preguntas que habían de plantear se referían a ellas para explicárselas al resto como "preguntas de pensar" (¿Acaso hay preguntas que no lo son?)

Los DIN A-3 donde fueron recopilando sus preguntas los fuimos colgando en la pizarra. Los grupos, uno por uno, se levantaban y seleccionaban in situ cinco preguntas del resto que les parecían más adecuadas. A esta fase le dedicamos diez minutos.


Por último, el profesor hizo el recuento de los votos que había recibido cada actividad/pregunta propuesta y leyó las cinco que habían recibido más votos y que, por tanto, conformaban nuestra propia evaluación del texto. Como conclusión hubo un pequeño feedback de los alumnos, a todas luces positivo, tanto en lo referente a la forma de la actividad como al contenido de la misma.

Resumimos la fases de la tarea:
1. Presentación y motivos de la tarea (qué hacemos y por qué la hacemos hoy)
2. Explicación de los objetivos (para qué lo hacemos)
3. Explicación de la metodología (cómo lo vamos a hacer)
4. División de la clase en grupos
5. Localización del lugar de trabajo de cada grupo y reparto del texto
6. Organización de la lectura en grupo
7. Resolución de dudas de vocabulario o comprensión general del texto
8. Extraen las preguntas atendiendo a las condiciones
9. Colocamos las preguntas de todos los grupos en la pizarra
10. Por grupos, seleccionan las preguntas que consideren más adecuadas justificando su decisión.
11. Reunimos las preguntas seleccionadas y las adjuntamos al texto



Más sobre el trabajo por tareas en este artículo de Andrea Giráldez.



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