Para los que nos gusta la astronomía (y para los que no), el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha informado de máximos en torno a 600 u 800 meteoros por hora entre las 16h y las 21h UT, debido a que la Tierra se encontrará con restos de polvo producido por el 21P/Giacobini-Zinner. Según la International Meteor Organization, varios estudios dan una previsión de subtormenta de actividad con una tasa cenital horaria (THZ)de 700, esto es, ¡siete veces más intensa que la lluvia de las Perséidas que tiene lugar en agosto!. Sin embargo, el hecho de que la luna esté tan brillante hace que sea algo difícil verlas. Habrá que intentarlo.
Esa lluvia de meteoros se llama Dracónidas, y tiene aparentemente su origen en la constelación Draco, el Dragón, cuyo origen no está claro.
Una de las versiones del mito es que Draco hace referencia al dragón que mató a los hombres de Cadmo, enviados a la fuente de Ares a buscar agua. Cadmo mató al dragón y sembró sus dientes en la tierra. De los dientes brotaron hombres armados, "los hombres sembrados" o spartoi, de quienes descienden los tebanos.
En otra versión, Draco sería el dragón Ladón, muerto por Heracles en el undécimo trabajo. Cuando Heracles estaba sujeto a su voto de obedecer las órdenes de Euristeo, se le encargó que robara las manzanas de oro del árbol que Gaia le había regalado a Hera cuando ésta se casó con Zeus. Las Hespérides, hijas del titán Atlas, habían cultivado el árbol, y éste era custodiado por el dragón Ladón. Nereo, el viejo sabio del mar, advirtió a Heracles que no debía tomar las manzanas él mismo, sino que debería buscar la ayuda del titán Atlas. Heracles disparó una flecha al interior del jardín que mató al dragón y, de este modo, le abrió paso a Atlas, que pudo tomar las manzanas. Airada por la muerte del dragón, Hera colocó la imagen de Draco en el firmamento.
Por último, la versión que me parece más bonita: se dice que Draco es el dragón que luchó al lado de los titanes cuando combatieron contra los habitantes del Olimpo. Tras diez años de batalla, el dragón se enfrentó a la diosa Atenea. La diosa, que como ya sabemos, no es ajena al combate, lo tomó por la cola y lo lanzó al cielo. Mientras volaba por los aires, se le hicieron nudos en el cuerpo y quedó atrapado alrededor del polo norte celeste, donde el aire era tan frío que el dragón se congeló y allí sigue, pues nunca pudo escapar de su posición circumpolar.
Fuentes: Draconids 2011, http://www.mallorcaweb.net
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