viernes, 30 de marzo de 2012

Vigilantes ortográficos

Cuando salía hoy del instituto me he encontrado con esto:



Me he acordado de todas las veces que me decís que habéis visto algo mal escrito en carteles, panfletos o incluso periódicos. ¿Qué os parece si actuamos como vigilantes de esos errores y les echamos una foto a todos los que veamos? Podemos recopilarlos en twitter con el hashtag #elojoslee o en Google + ¿Os animáis?

miércoles, 21 de marzo de 2012

Los alumnos de 2º Bach celebran el día mundial de la poesía





Día mundial de la Poesía

AIKIDO

para Carmen Codoñer


Estamos preparados
para sobreponemos.
Es un arte. Se aprende.
Está en nuestra memoria desde niños. Los juegos, los poemas,
las tardes traduciendo,
palabra por palabra,
las tragedias, el cruento
latín de historiadores.
Todo va al corazón y, transcurridas las décadas, se vuelve
serenidad. Y ahora
alguno de los textos
de los filósofos occidentales
que he leído estos días
me lleva hasta la fórmula
que con la reverencia
mutua se intercambian
discípulo y maestro en el aikido. Uno a otro se dicen:
Gracias por enseñarme.


Juan Antonio González Iglesias

lunes, 12 de marzo de 2012

El Allianz Arena: un nuevo Coliseo

Fuente de la imagen: www.charlotte.com/justgo/movies




En 3º ESO nos estamos ocupando ahora mismo de las diferentes formas de "otium" que tenían los romanos. La semana pasada les sorprendió que el interior del Coliseo albergara un complejo entramado de pasillos, trampillas y habitáculos y no una simple explanada de arena, que es la imagen que uno suele tener en la cabeza. Y es que el Coliseo es una construcción excepcional desde el punto de vista arquitectónico, cuya sofisticación ha impresionado a arquitectos de todas las etapas de la historia. Es más, ha tenido influencia en construcciones que se encuentran en la primera línea de la arquitectura contemporánea. Como en 3º hay mucho futbolero, nos viene de perlas el ejemplo del Allianz Arena, el estadio donde juega el Bayern de Múnich. Mirad con atención estas dos imágenes ¿Qué semejanzas veis?



Colosseum y Allianz Arena

viernes, 9 de marzo de 2012

Propuesta #Humanidades

Teniendo en cuenta la situación del Latín y el Griego en los institutos -a menudo marginadas desde la administración, denostadas por compañeros e ignoradas por los que no ven rentabilidad en las Humanidades-, se me ha ocurrido que podríamos hacer una campaña basándonos en nuestros propios alumnos que, a pesar de todos los contras que oyen por todas partes, suelen estar y salir más que satisfechos con la opción elegida.

Podríamos grabar vídeos (de una duración no superior al minuto, dos como muchísimo) donde los alumnos de 2º explicaran su experiencia con nuestras asignaturas, qué han aprendido, qué es lo que más les ha gustado, qué es lo que más les ha costado, por qué lo escogieron,... y recopilarlos, como dice Ana Ovando, en una lista de reproducción.

¿Qué os parece?

jueves, 8 de marzo de 2012

Jugando al bingo con los polirrizos

Una actividad que suele funcionar muy bien en clase de Griego -teniendo en cuenta lo mal que suelen caer estos verbos- es el bingo con los polirrizos griegos. La mecánica no puede ser más sencilla: creamos tantas tarjetas de bingo como alumnos tengamos (yo suelo usar ésta porque admite unicode, pero hay muchísimas), en las que incluimos formas de futuro, aoristo y perfecto de los polirrizos que hayamos dado. El número de formas dependerá de cuánto queramos tardar con la actividad, pero como en el "memory", diez minutos suele ser el tiempo ideal. El profesor "canta" la primera persona singular del presente de un verbo y ellos tienen que reconocer y marcar la forma correspondiente al verbo que el profesor ha dicho, de modo que si digo "ὁράω", los alumnos marcarán cualquier persona del futuro "ὄψομαι", del aoristo "εἶδον" o del perfecto "ἑόρακα". Por supuesto las reglas se pueden variar en función de las características de la clase, pero hay una que no debe olvidarse: el premio. Los polirrizos bien lo merecen.


Bingo Polirrizos

Un "memory" con los latinismos

Todos hemos jugado de pequeños al "memory", ese juego que ejercita la memoria visual localizando parejas de cartas. Las posibilidades que tiene este juego aplicado a la educación son muchísimas y quería compartir cómo lo hemos usado en clase para trabajar los latinismos.

Una opción es organizarlo como un "memory" tradicional, es decir, elaborar unas tarjetas con las expresiones latinas y sus significados e imprimir las primeras de un color y las segundas de otro. Esas tarjetas se reparten cada dos alumnos que juegan uno contra otro, ganando el que más parejas consiga. En Castilla La Mancha trabajamos con cien latinismos de cara a la PAEG, pero el número ideal para jugar es de quince a veinte expresiones. Un número mayor hace que la actividad pierda dinamismo. Es una forma amena de acabar una clase, basta con reservarle los últimos diez minutos.




Memory Latinismos

Hoy he variado el juego con los de primero de Bachillerato. Cada uno ha recibido dieciséis expresiones latinas en tarjetas azules (las mismas) pero no han recibido los significados en castellano, porque han de buscarlos por el centro. Están escritos sobre unas tarjetas amarillas y "escondidos" en las partes de libre acceso como el vestíbulo, el porche o la cafetería. Las conserjes también saben algo. Sólo hay una tarjeta amarilla por cada cuatro azules, así que el que más parejas (correctas) consiga, gana. Sobre el premio sólo puedo decir que es muy clásico...

miércoles, 7 de marzo de 2012

Rueda lógica: el participio de presente latino


He preparado para la clase de mañana una rueda lógica con el participio de presente latino. Es una actividad muy fácil, que usaré al comienzo de la clase. Cada imagen tiene una descripción abajo con el verbo de la acción conjugado en presente. En función de cómo planteemos la actividad, añadiremos más o menos elementos a esa descripción. El siguiente paso es transformar esa descripción en un sintagma formado por el sustantivo y el participio de presente y jugar con distintos verbos que nos permitan trabajar casos diferentes.


jueves, 1 de marzo de 2012

Sobre las lecturas y el PLC (I)

Hace escasamente tres semanas se aprobó en el claustro por unanimidad la puesta en marcha de un Proyecto Lingüístico de Centro (PLC) con la intención de mejorar la competencia lingüística de nuestro alumnado. El Proyecto ha de concretarse en torno a varias líneas, una de las cuales es, a mi parecer, las lecturas "obligatorias". Me parece uno de los puntos clave de nuestro sistema educativo, y lamentablemente no siempre se le otorga la atención debida. Siendo yo alumna, más de una vez me examiné de libros de lectura de los que jamás habíamos hablado en clase, exceptuando el día en el que el profesor dio el título. Me gustaría (aquí debe leerse: "espero tener tiempo para") abrir con esta entrada una serie en la que poder exponer cómo mis alumnos trabajan las diferentes lecturas sin tener que examinarse de ellas. De momento, me gustaría reproducir aquí un comentario que una alumna de 2º de Bachillerato ha dejado en el blog de Elías Gómez - blog que aprovecho para recomendar encarecidamente. Como dice Elías parafraseando un capítulo de los Simpson: si todos los alumnos fuesen como ella, no necesitaríamos el cielo... ya viviríamos en él.


Soy alumna de segundo de bachillerato, y apasionada de los libros. Los devoro, y leo hasta desgastarlos. A veces, me contento con simplemente sentarme delante de la estantería y contemplarlos, recordando lo que sentí al leer cada uno de ellos, cada personaje, cada historia. Defiendo firmemente el libro de papel, el acariciar el lomo en profunda concentración, el aferrarse a las páginas en los momentos de mayor tensión, el no dejar de leer hasta no llegar a una página que termine con un punto…

Sin embargo, mi comentario va dirigido a las “lecturas obligatorias” de colegios e institutos (remarco las comillas, ya que lo que es obligatorio realmente es la visita a El rincón del vago por parte de gran parte de los estudiantes). Creo firmemente en el fracaso de este sistema. Una minoría sí que aprovecha estas lecturas, pero el sentimiento general es de rechazo. Precisamente por la obligatoriedad de la situación. Y los fatídicos controles de lectura. Pocas cosas son tan angustiosas como enfrentarte a un tomo del Quijote, sabiendo que -además de los múltiples exámenes que tienes ese mes- debes leer esa historia en español antiguo y arcaico, en un tiempo limitado, presionado por el deber de completar un trabajo, o acordarte de todos los personajes y situaciones para el examen. Desde pronta edad -al menos en mi caso- me han obligado a hacer las tortuosas fichas de lectura que me hicieron aborrecer los libros que me prestaban en el colegio. Poco después, en el instituto nos hacían leer libros de dudoso interés para mocosos de 12 años acostumbrados a la televisión, internet y videojuegos. Mi estantería consta de dos partes: las lecturas del instituto, libros seminuevos, leídos quizá dos veces con vistas a un examen; y MIS libros, desgastados por el uso, aprendidos de memoria con una sola lectura, leídos y vividos, recomendados, prestados, alabados…

Me estoy enrollando mucho, y la idea es simple. ¿Los jóvenes leen? No voy a entrar a discutirlo. Pero -quitando algunos afortunados casos, como el mío, en el que me lo inculcaron en casa desde que nací- nadie nos enseña a amar la lectura. Nos enseñan a tragar un texto, y a escupirlo sin digerir, como afirmaba Montaigne.

¿Queremos que los jóvenes lean? Sí. ¿Por qué no lo conseguimos? Porque imponemos (se nos impone, más bien) libros que no captan la atención. ¿Cómo conseguirlo? Seguro que si se propusiera como lectura opcional -a defender oralmente, en un debate, por ejemplo- “El señor de los anillos”, “Crepúsculo” o “Harry Potter”, el porcentaje de participación sería mucho mayor. ¿Realmente importa que sea literatura española o traducida? Bueno, propongamos lecturas españolas “El origen perdido”, de Matilde Asensi; “La sombra del viento”, de Carlos Ruiz Zafón, “La sangre de los inocentes”, de Julia Navarro… Si me hubieran pedido leer alguno de ellos en el instituto, habría realizado los trabajos con el doble de entusiasmo.